EMOCIONES Y SENTIMIENTOS.
Desde el comienzo del Este hasta el fin del Oeste, La luz dentro de la
oscuridad se hace más fuerte a medida que se extiende. Cuando, era pequeña
solía pensar que la vida se movía de forma lenta, la veía pasar y mirando a
través de la ventana del autobús que solía tomar al ir a la escuela, pensaba
que el mundo era tan pequeño, a través de mis ojos cerrados. Siempre intente
controlar las cosas, al final eso era lo que me controlaba.
A veces pienso en los viejos tiempos en las conversaciones sin sentido
con la vieja yo. Así que abrí los ojos. Y recordé mi canción favorita el primer
trago (Muerte) de Canserbero (cantante Venezolano de Rap) en la cual en sus
estrofas dice: Un año más sin ti
físicamente pero en mi mente siempre no sabes cuánto te quiero. Y no se muere
quien se va, sólo se muere el que se olvida. Al fin y al cabo la muerte va tan
segura de ganar, que de ventaja te da una vida.
El humano es envidioso y codicioso
por placeres, objetos y una sed de ser poderoso como si algo de eso cierra la
herida que se abre cuando tarde o temprano se nos va una vida querida. Si tú que me estás escuchando crees
que es coba cierra los ojos un poco y piensa que a quien más adoras ya no está,
y tú tirado en el sofá después que el último que te dio el pésame, a dormir se
va
Con referencia a lo anterior podría decir que la vida es algo más que la
capacidad de nacer, respirar, desarrollarse, procrear, evolucionar y morir. En
otras palabras el ser humano tiene sentimientos que son capaces de reaccionar a
cada etapa de la vida y una de ella es perder a un ser querido, nadie está
preparado para esa situación.
Sin embargo, dentro de esta clase de experiencias dolorosas existen
matices, formas diferentes de vivir el duelo tanto en lo emocional en lo
cognitivo. Esta idea es la que desarrolló la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross
en su teoría de las 5 etapas del duelo, publicada en el año 1969 en el libro On
death and dying".
Lo que hizo esta investigadora fue, más bien, definir cinco estados
mentales que actúan como referencia para entender cómo se va produciendo la
evolución del doliente, desde el momento en el que sabe que su ser querido ha
muerto hasta que acepta esta nueva situación.
El hecho de negar la realidad de que alguien ya no está con nosotros
porque ha muerto permite amortiguar el golpe y aplazar parte del dolor que nos
produce esa noticia. En efecto la rabia y el resentimiento que aparecen en la
etapa de la ira son fruto de la frustración que produce saber que se ha
producido la muerte y que no se puede hacer nada para arreglar o revertir la situación.
Luego, en la etapa de la negociación se intenta crear una
ficción que permita ver la muerte como una posibilidad que estamos en posición
de impedir que ocurra.
De algún modo, ofrece la fantasía
de estar en control de la situación. Seguidamente, en la etapa de la depresión
(que no es en sí el tipo de depresión que se considera trastorno mental, sino
un conjunto de síntomas similares), dejamos de fantasear con realidades
paralelas y volvemos al presente con una profunda sensación de vacío porque el
ser querido ya no está ahí. Finalmente la etapa de aceptación es en el momento
en el que se acepta la muerte del ser querido cuando se aprende a seguir
viviendo en un mundo en el que ya no está, y se acepta que ese sentimiento de
superación está bien.
Para concluir el duelo produce una tristeza profunda que sabemos que no
puede ser aliviada actuando sobre su causa, porque la muerte no es reversible.
Además, la muerte es percibida como el resultado de una decisión, y por eso se
buscan culpables.
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